Si en 2017 vamos a celebrar por todo lo alto el XXV Aniversario de Expo’92, el origen de la historia puede situarse alrededor de 2012, cinco años atrás. Impulsando todo ello estuvo la sociedad civil, esencialmente a través de la asociación Legado Expo Sevilla que, tras su fundación a finales de 2010, se puso como objetivo prioritario consolidar un programa fuerte de actividades para conmemorar los veinte años de EXPO’92. La idea, que aún sigue viva en 2017, era la de llevar a la gente a conocer la Cartuja y llevar la Cartuja a la gente, un recinto que, aún, puede presentarse áspero para el visitante y el ciudadano sevillano.
Frente a ello, estuvo un gobierno municipal que, enfrascado en otros asuntos y obsesionado con el ahorro presupuestario, estuvo poco atento a la necesidad del XX Aniversario. De hecho, es conveniente recordar que aquel mismo gobierno municipal, desde su llegada en 2011, fue el que desmanteló el mantenimiento del Jardín Americano y que apenas pasó de puntillas por la Cartuja. Aquello se percibía ya en 2012, a pesar de una comisión municipal constituida pocos días antes del 20 de Abril de 2012 y que fue un decorado más que otra cosa, pues apenas dio frutos. En definitiva, tenía que ser la sociedad civil quien llevase el timón.
Y ahí estuvieron los socios de Legado Expo, que se volcaron con la tarea. Las primeras reuniones llegaron cívicas llegaron a lo largo de 2011, confeccionando un dossier del veinte aniversario, donde se plantean actividades y actos que son traslados a administraciones y empresas que pudieran ser colaboradoras. Conscientes de la difícil coyuntura económica, se recogen propuestas que requerirían un bajo coste, pero dignas del evento del que se estaba tratando.
2012 empezó con buenas noticias para el legado: la apertura del renovado Pabellón de la Navegación o, gracias a Isla Mágica, la recuperación de Curro tras la confección de un nuevo disfraz así como varios fragmentos del espectáculo del lago o la cinta Vientos de España. Mientras tanto, Legado Expo, de cara a abril, tenía un gran objetivo: las jornadas de puertas abiertas. Mientras tanto, destacan los especiales que cada miércoles dedica Radio Sevilla a personajes importantes de Expo’92, junto a su revista de primavera (dedicada al 20 aniversario), o la puesta en marcha del Cercanías C2, que recupera las estaciones Estadio Olímpico y Cartuja.
En 2012, aquel veinte de abril fue un viernes, y un día muy especial para Legado Expo Sevilla. La jornada comenzaba en el Pabellón de la Navegación, desde donde Canal Sur Radio dedicaba un especial a la Exposición Universal; seguía en los bares de la cadena Patio San Eloy, donde se ponía la cerveza a precio de 1992 (veinte duros, al cambio sesenta céntimos) y acababa, por la noche, en la Cartuja: Tras varios meses, se inauguraba la primera fase de remodelación del Pabellón de Europa (nueva sede del PCT Cartuja), que incluía la iluminación nocturna del edificio, y, acto seguido, se celebraba en el Pabellón Olímpico, hoy discoteca Antique, el Veinte Aniversario con un evento muy festivo.
Para el día siguiente, 21 de abril, miles de personas llegan a la Cartuja para disfrutar de la jornada de puertas abiertas que Legado Expo organizaba. Los visitantes pudieron disfrutar del interior del Pabellón de Francia, Italia y Marruecos, en una visita de casi dos horas que levantó la nostalgia de muchos que la vivieron, y el interés de otros que no tuvieron tal suerte. Legado Expo, además, demostró aquel día que aquella idea de que «la Cartuja son solo jaramagos» es rotundamente falsa, y muestra de ello es la buena salud del Parque Científico Tecnológico que acogió gran parte de la ruta. Protagonista de aquel día también fue Curro, que no quiso perderse las visitas, así como las colas, que veinte años después volvían a la Cartuja.
Con el veinte aniversario ya comenzado, y de qué manera, quedaban aún seis meses de conmemoración. Destacan las conferencias que, gracias a Pedro Ruiz-Berdejo, presidente de la Comisión Ciudadana Pro-Exposición Universal de 1992, organizó cada semana en el Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla, llevando a muchos personajes ilustres en la consecución del sueño de Expo’92. Otros actos, como visitas a Isla Mágica, una plantación de cactus en el Jardín Americano, el cupón conmemorativo de la ONCE, rutas en bici por la Cartuja o, incluso, un DVD conmemorativo, fueron piezas importantes de las conmemoraciones de 2012.
Además, en aquel verano que a muchos se le hizo corto, se acercaba el gran broche del vigésimo aniversario: la muestra «Recuerdos de una Exposición Universal 1992-2012«, que Legado Expo organizaría a partir de septiembre en la sede del Círculo Mercantil e Industrial, en la calle Sierpes. Puerta a puerta, tirando de contactos, Legado Expo, y gracias a muchos de sus socios, consiguió hacerse con numerosos objetos que dieron contenido a la Exposición. Se inauguró un 21 de Septiembre con la presencia de Curro, y se cerró el 11 de Octubre, con una cifra que superó los ocho mil visitantes y dejó una gran satisfacción en los miembros de la asociación. Tanto que, con la experiencia y algunas lecciones aprendidas, decidieron dar un enorme salto adelante con la Exposición del XXV Aniversario, detrás de la cual está el impulso principal de Legado Expo.
El vigésimo aniversario tuvo como colofón del aniversario un cóctel con los colaboradores del Veinte Aniversario, y posterior fiesta, en la Terraza Plaza Europa (antigua zona VIP del Pabellón de España) además de una nueva jornada de visitas el 12 de Octubre como colofón final, el cual no fue ensombrecido por un concierto de sevillanas en la Plaza Nueva, prácticamente la única aportación municipal al Aniversario. De esa manera, el Veinte Aniversario concluyó oficialmente aquel doce de octubre, quedando para el recuerdo la gran cantidad de merchandising que Legado Expo editó (camisetas, pines, chapas, llaveros…) y los buenos ratos compartidos, que demostraron que es la sociedad civil quien haga que, pasen dos, veinte o cuarenta años, el sueño de Expo’92 esté vivo, muy vivo.
El Veinte Aniversario concluyó oficialmente aquel doce de octubre, quedando para el recuerdo la gran cantidad de merchandising que Legado Expo editó (camisetas, pines, chapas, llaveros…) y los buenos ratos compartidos, que demostraron que, pasen dos, veinte o cuarenta años, el sueño de Expo’92 sigue muy, muy vivo… y nosotros estamos aquí para recordarlo, divulgarlo y defenderlo. Más que un recuerdo, un sentimiento.