CRÓNICA Y GALERÍA · «Expo92 sigue siendo el referente de ciudad bioclimática y sostenible»

Ricardo Librero, arquitecto paisajista fue el encargado de redescubrirnos el legado verde de Expo92 en el Aula Bioclímatica: «El proyecto Expo’92 sigue siendo un hito y referente en los planteamientos de las ciudades del futuro y la vegetación tiene mucho que ver» 

Dentro del programa de actividades que conmemoran el XXV Aniversario de la Celebración de Expo´92, el pasado día 20 en el Aula bioclimática se impartió una conferencia sobre el proyecto del Jardín Americano a cargo de Ricardo Librero López, arquitecto paisajista que formó parte del equipo que llevo a término este proyecto, así como del ajardinamiento y forestación de la Isla de la Cartuja. La actividad, organizada por la Asociación de Ciudadanos por el Medio Ambiente, descubrió a los asistentes las raíces de un proyecto que se inició a con idea de agrupar las numerosas plantas y árboles donados por los distintos países americanos que participaron en la muestra.


Tanto el presidente de Ciudadanos por el Medio Ambiente, Joaquín Apellaniz, como Ricardo Librero subrayaron la importancia del proyecto, que se inició con el ocurrente nombre de «Raíces», para el conjunto de la Muestra Universal. «Es un jardín botánico en toda regla y en 1992 desconocíamos cual podría ser el desarrollo de muchas de las plantas americanas en nuestro clima, al trabajo de campo había que sumarle las horas que echábamos consultando libros»; las particularidades de las plantas hicieron necesario la creación de un archivo propio donde se clasificaron y estudiaron de manera pormenorizada, de ese trabajo se ocupó Mariano Martín Cacao.

No fue asunto sencillo y el trabajo en todos los campos fue minucioso, Martín Macao recuerda el trabajo en cadena que hubo que organizar para el traslado de los ejemplares: Compañía Aérea Iberia, Aeropuertos Nacionales, Administraciones de Aduanas, Ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación… las plantas llegaban a Sevilla en menos de 48 horas (anécdoticamente recuerdan un envío muy particular de Guatemala que permaneció en el aeropuerto de Madrid durante un día). Todos los envíos venían acompañados de certificado fitosanitario de origen, aislados, y cuando por alguna causa el envío incluía alguna especie de importación prohibida, las plantas, junto con su tierra de cultivo, eran incineradas de manera inmediata. «Todo este cuidado puede parecer excesivo… pero tengan en cuenta ahora al picudo rojo y vean que de excesivo nada».El número de especies enviadas se elevó a 408, con un total de 1599 ejemplares. De ellas se mantienen en la actualidad en el Jardín Americano más de 304.

Contribuyeron en el envío de plantas 19 países de Iberoamérica: México, Uruguay, Paraguay, Chile, Costa Rica, Cuba, El Salvador, República Argentina, Estados Unidos, Colombia, Panamá, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Guatemala, República Dominicana, Venezuela, Puerto Rico y Brasil.

La adaptación y el estudio de la adaptación de estas plantas fue muy importante ya que el proyecto bioclimático de Expo’92 se sustentaba en dos pilares: Agua y Vegetación. Librero señala «ojo, que no inventamos nada nuevo, ¿desde cuando se usan los sombrajos de parra? ¿Y las fuentes?… solo hay que saber verlo». Apuntó también de manera importante al sistema de riego, donde existían circuitos diferenciados de agua corriente, de riego y refrigeración, «… solo así podemos hablar de un sistema sostenible, son modelos que ya son obligatorios en las grandes ciudades como París o Nueva York y Sevilla contó con él».

Tras el interesante debate, los asistentes junto a los ponentes, los actuales responsables del Jardín Americano y representaciones de Expo’92 a sembraron en el parque de manera conmemorativa por el 25 Aniversario de la Exposición Universal de Sevilla un ejemplar de Acacia de Buenos Aires (Cassia corymbosa, Senna corymbosa).